Corría el año 97, se pagaba en pesetas, nadie tenia móviles (ya no digo smartphones), los GPS eran artefactos que solo salían en las películas militares americanas, el sistema de navegación se llamaba "mapa" y yo tenía un Renault5 con la calefacción averiada (siempre encendida). También quiero señalar algo, que es fácilmente deducible y totalmente irrelevante, pero que recuerdo con cierta nostalgia, tenía pelo (en la cabeza).

Sus y yo estábamos de vacaciones recorriendo Andalucía en Agosto. ¿Ya he dicho que la calefacción del coche no se podía apagar? ¡fue épico! Nos encontrábamos casi al final del viaje y nos restaba la tan desconocida por entonces para nosotros Almería.

Debo reconocer que el primer contacto con el Cabo de Gata no fue un flechazo. Circunstancias tontas como dormir dentro del coche en un aparcamiento de tierra no ayudaron y quedó atrás sin pena ni gloria. A veces el flechazo llega a la segunda.

El caso es que entre el Cabo de Gata y Cartagena, hicimos noche en una cala. Una cala preciosa. Una cala bonita. Y es que así rezaba el cartelito pintado a brochazos en el borde de la carretera por donde se despeñaba un camino de tierra. La pendiente de acojonar.

Cala Bonita tenía un acceso difícil y escondido. Era pequeña y rodeada de acantilados. Dividida en dos playitas por una enorme rocalla con dos arcos naturales que permitían pasar de la una a la otra. Como característica única, cerca de su acceso a pie salía un túnel de unos 20mts de longitud practicado en la roca (imagino que por el hombre) y que llegaba hasta el acantilado 4-5mts sobre el mar. Esa cala fue el lugar más bonito de del viaje.



Muchas veces he preguntado a los que son de la zona de Almería por la "cala bonita" y nunca nadie supo darme explicación alguna. Se que no lo he soñado, tengo una foto (analógica) que lo demuestra. Así que ya en mi anterior viaje en moto traté de localizarla sin éxito. Tenía poco tiempo, tenia mucha prisa.

Pero volvamos al 2017. Equipado con GPS, Smartphone, mapas satélitales y lo más importante, tiempo... esta vez si, no fue fácil pero esta vez la encontré. Ya no había cartel, ninguno de hecho y la entrada al camino había cambiado, pero por lo demás estaba igual. Encontré en las cercanías un alojamiento+cama grande+wifi+desayuno por 20€ (juro que es verdad) y al día siguiente volví.



Me bañé en bolas en sus aguas y disfruté del sol durante las 3-4 horas que pasé allí, sin ver a nadie, sintiéndome remoto, aislado y con el convencimiento de que otra vez, volvía a estar en el sitio más bonito del viaje.