Jungle fun


Cuando llegamos al punto de encuentro lo vimos claro. La media eran 24 años y nadie pasaba de los 30. Eramos los abuelos del  grupo con diferencia, pero tenemos el alma joven así que, como el resto, arrojamos la mochila al techo del 4x4 y subimos.

Dos horas de traqueteante carretera dan para que nueve guiris hacinados en un jeep comiencen animadas charlas, así que cuando nos paramos, prácticamente ya nos conocíamos todos.

La parada fue en un camino, junto a una tienda y nos hicieron bajar a todos.

- Hay que echar gasolina - dijo Enrique, nuestro guía.

De repente, aparece un tipo bajito con una garrafa de 10 galones (~50l) de gasoíl y con un embudo se ponen a rellenar el depósito.

- ¿Por qué no echamos gasoil en una bomba (gasolinera)? - pregunté.
- Porque este gasoil es revolucionario... revolucionario bolivariano - me contestó Enrique - y además es más barato.

Por lo que parece, algunos colombianos se ganan la vida importando combustible (con toda seguridad ilegalmente) de la vecina Venezuela. El precio es la mitad de precio del gasoil colombiano. La cercanía a las fronteras es lo que tiene.

Serán cinco días de trekking por la selva, con el objetivo de visitar la Ciudad Perdida. Bueno ese es el nombre comercial, ya sabéis, suena mejor trekking a la Ciudad Perdida que a Teyuna que es como los indios la llamaban. Hay que darle misterio para que el turista suba hasta allí.

Dos palabras: calor y humedad. Se suda de una forma insana y el litro de agua que llevaba en la mochila no daba reponer el liquido perdido durante las extenuantes 7-8h de algunos días. Hasta tal punto me iba obsesionando, que terminé lamiendo mi propio sudor en un intento por reducir la perdida... en fin, se hacía lo que se podía.

Mientras tanto, Enrique me iba contando los historias de la zona.

- La planta de coca que crecía aquí, necesitaba casi 15kg para conseguir apenas 7-9grms de pasta de coca. La planta buena (importada de Perú), no se da en este clima, pero de esa se puede sacar hasta 30grms.
- Vaya, vaya... ¿y queda algo de narcotráfico por aquí? - le pregunto.
- Nooo, ya no, el gobierno fumigó desde aviones con productos químicos y ya no crece ni la coca, ni la marihuana. De todas formas el narcotráfico de la zona fue del pobre por que la planta no era la buena.

Comienza una ligera y refrescante llovizna que agradecemos. Llegamos a un puente colgante que cruza el río Buritaca. Paralela al puente, una cesta de metal oxidada cuelga de un cable que va de un extremo al otro. Parece ya en desuso.

- Este puente lo construyeron por una desgracia. Resulta que una turista le dio vértigo y no quiso cruzar en la cesta. Llovía bastante pero como el guía no conseguía que cruzara remontaron el río para vadearlo más arriba. Cuando estaban cruzando los últimos tres, llegó el aluvión de agua y rocas por la lluvia que estaba cayendo más arriba y se los llevó. Dos consiguieron salir... al otro lo encontraron ahogado río abajo.

La refrescante llovizna se ve sustituida por una torrencial tormenta. Rayos, truenos y una lluvia que hace que por mi sombrero, caiga una pequeña cascada que limita mi vista. Seguimos adelante... a ver que remedio... pero mirando por el lado positivo, ya no hay que preocuparse por el calor.

- Estoy preocupado. Tenemos que vadear el río por última vez, ahí no hay puente y esta lluvia va a poner el río bravo - me suelta Enrique de repente.

Me viene a la mente la historia que me acaba de contar, mejor no pensar mucho en ello y andar deprisa.

Pensaba que no podía llover más... me equivocaba. Hace hora y media que nos cae agua. Vamos chorreando como si saliéramos vestidos de una piscina.

De repente un soldado de uniforme, con un fusil de asalto enorme y todo el equipo de campaña. Joder, con todas las historias sobre guerrilleros que hemos oído acojona un poco. Veo a Enrique tranquilo pero quien sabe. Trato de buscar sus botas, si son de caucho podemos tener problemas... de repente otro soldado y otro... veo no menos de 15.

De repente nos vemos rodeados... rodeados de hombres armados.

(CONTINUARÁ)

1 comentario:

  1. Alguien tiene que decirlo...eres muy mala persona.

    No nos puedes dejar así!, ¿qué pasó?

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