Son las 20h, noche cerrada, y dos grupos separan sus pasos al inicio de playa hermosa. El que queda atrás esta formado por 3 hombres con la intención de alcanzarnos más tarde. En cabeza irá el grupo formado por Denis, Sus y yo. Todos ellos son guarda parques, lo que vienen a ser un guardas forestales en España. Todos van armados con pistolas automáticas y todos hacen esto fuera de su horario de trabajo porque piensan que es su obligación.

El objetivo, recorrer la playa en busca de tortugas que vayan a desovar, poner los huevos en un vivero seguro donde eclosionen sin riesgos y finalmente soltarlas en el mar. De no hacerlo, los "tortugueros", robarán los nidos y al día siguiente los huevos estarán siendo vendidos en los bares locales. Hacen una bebida con hierbas con el pretendido efecto de un potente afrodisiaco y/o viagra natural.

Por supuesto es ilegal y robar los huevos se puede castigar con pena de cárcel. "Hay unas 25 personas en la cárcel por robar huevos" nos comenta Denis "pero a pesar de todo, la gente sigue haciéndolo. El otro día vine yo solo a patrullar y vi un carro 4x4. Le di el alto, pero en vez de parar, acelero tratando de embestirme. Me tuve que tirar a un lado y luego disparé 3 veces por encima del carro. No paró, ja ja ja... pero ese ya no vuelve más". Así se las llegan a gastar los tortugueros, pero nos comenta que esto no es lo habitual. Lo normal es que huyan o se den la vuelta si ven que hay guarda parques por la zona. Y eso es lo que hacemos allí también, disuadir con nuestra presencia a los tortugueros.

Vamos andando y charlando durante 5kms para llegar al final de la playa, hasta el río. El momento más probable en el que una tortuga sale a desovar es con la pleamar y eso será a la 01:00. Son las 22:30 y Denis nos dice que lo que mejor podemos hacer es tumbarnos y dormir un poco. No veníamos muy preparados, así que nos tiramos como podemos en la arena y buscamos la postura. Se levanta una brisa húmeda y sorprendentemente fría que nos deja tiesos y es que estamos en pantalón y manga corta. Improvisamos un paravientos con un paraguas y dormimos con cierta dignidad. A la 01:00, Denis se levanta, nos sacudimos la arena y lentamente encaramos los 5kms de vuelta en busca de rastros de tortugas que hayan desovado mientras dormíamos.

Ni rastro del otro grupo y Denis parece extrañado. Según vamos dejando atrás la playa se va haciendo menos probable el encontrar una tortuga. Tampoco encontramos al otro grupo. Denis piensa que se habrán quedado dormidos o estarán pidiendo la documentación a todo el que se acerque a la playa para desanimar a los Tortugueros. Al final llegamos al principio, son las 02:30 de la madrugada, no hemos visto ninguna tortuga, estamos cansados tras el largo día y los 10kms de caminata por la playa y tampoco hemos encontrado al otro grupo. Por si fuera poco Denis no tiene saldo en el móvil. Me ofrezco a llamarles yo pero es que además tiene mal apuntados los números. Finalmente se va a buscarles mientras nosotros nos quedamos dormitando cerca del coche que nos tendrá que llevar de vuelta.

A las 03:15 apareció con buenas noticias.No solo había encontrado al otro grupo sino que una tortuga lora estaba desovando en la playa. Recorremos deprisa otros 2km hasta el lugar y asistimos a una "cesárea". La tortuga iba poniendo huevos y el guarda parques por detrás los iba recogiendo. Durante el momento de la puesta, la tortuga está como en trance y no se entera de la maniobra así que finalmente recogen los 98 huevos, la tortuga tapa el nido (vacio) y tras hacer las fotos de rigor nos dirigimos de vuelta al coche.

Son las 04:30 cuando entramos en nuestra habitación. ¡Uf! A las 08:00 tenemos que coger un  autobús y aun hay que hacer la mochila. Mañana será duro. Denis lo tiene peor, a las 06:00 entra a trabajar.

Esto es dedicación. Cansados, pero contentos. Misión cumplida.

No lo sabíamos, pero iba a ser un día completo.

Nos levantamos a las 6:00 y aunque no estaba en los planes, al final nos dejamos engatusar por las promesas y los descuentos que nos hizo Óscar para ir a ver ballenas. Si, si, como suena... ballenas. Mas concretamente ballenas jorobadas. Es su época de reproducción y cría y se reúnen en el Parque Nacional Ballena (nombre evidente) pues para eso... para parir las preñadas y para preñarse las que no lo están.¡Por allí soplan! - y a ese grito todos los botes van corriendo, todos preparamos la cámaras, buscamos el mejor emplazamiento dentro del bote y nos disponemos a ver a Moby Dick... y claro no va de eso la cosa.

Apenas durante 2 ó 3 segs. asoman la joroba y la aleta dorsal mientras echan un chorro de vapor de agua. Por si fuera poca la dificultad, el respeto al animal (ecoturismo sostenible) es máximo y por ley los botes no pueden acercarse a más de 100mts.

Intentar sacar una foto a un punto móvil en el agua, en menos de 2 segs, con las olas del Pacifico (luego volveré sobre este tema), a más de 100mts de distancia (la distancia a la que un portero de fútbol ve a otro)... es prácticamente misión imposible.Sin embargo es una experiencia emocionante, porque a pesar de todo, las tienes al lado y son bichos de 15 mts y 40 toneladas. Y de repente piensas en subirte a una zodiac de Greenpeace e ir a estorbar a los balleneros noruegos y japoneses... en fin.

Luego, a ver delfines, que juguetones corrían en la proa de la embarcación (delante para los no iniciados) haciendo las delicias de todos.

Una tortuga lora nos regalo su presencia un poco más tarde y un gran pez salto por los aires y casi cae dentro de la barca...

Por cierto el nombre de Océano Pacífico se lo puso Magallanes que tuvo la pura coña de encontrarlo mayormente en calma durante su vuelta al mundo. Ese fenómeno no ha debido volver a ocurrir desde hace 500 años.

Esto es el paraíso del surf y las olas que llegan a las playas superan a diario los 3 mts. Ni pensar en el baño. Todos los años mueren muchas personas por ahogamiento y es que a las olas hay que sumar las fuertes corrientes.

De repente:

- Están saltando!!!!

A unos 400-500mts de distancia empezamos a ver como inmensas moles sacaban verticalmente unos 10mts de cuerpo fuera del agua y caían pesadamente de lado. Eran machos en un intento de deslumbrar a las hembras.

Debían ser 2 ó 3 y lo repitieron un par de veces. Este fenómeno es muy raro de ver. Según estoy escribiendo estas lineas, aun se me erizan los pelos. ¡Uf!

Y el día aun no había acabado... pero eso, es otra historia.