En la recta final de nuestro viaje, tuvimos que reorganizar
los últimos 3 días. Tras algunas vueltas de la planificación, decidimos hacer
un alto en Goa, antes de llegar a Mumbai, desde donde volaremos vuelta a
Madrid. Nuestra idea era pasar un día y pernoctar en Panaji, una ciudad de
influencia portuguesa con encanto, pero por dificultades logísticas que no
tuvimos energía ni ganas de solventar, terminamos en Margao, una ciudad cutre y
negra de humedad, también de influencia portuguesa.
Nos llamó la atención que las mujeres visten en su mayoría al estilo occidental, lo que no ayuda a aportar esa pincelada de alegría a sus calles, de la que hemos disfrutado hasta ahora.
La verdad es que llegamos cansados a la ciudad (a las 6am), tras haber dormido en el tren. Además nos costó más de lo habitual encontrar alojamiento, dentro de nuestros estándares, en una mañana super húmeda y gris. Y ya tan cerca del final, empezamos a perder algo de fuelle en esta aventura: nuestro nivel de energía ha empezado a bajar, nos pasa siempre…
Probablemente nos hubiera convenido ir directamente a Mumbai sin hacer esta escala en Goa, pero estas cosas suelen verse claramente con la perspectiva del tiempo pasado.
Menos mal que terminamos el día, cenando un delicioso pescado con arroz, con una llovizna de fuegos artificiales como telón de fondo.
Nos llamó la atención que las mujeres visten en su mayoría al estilo occidental, lo que no ayuda a aportar esa pincelada de alegría a sus calles, de la que hemos disfrutado hasta ahora.
La verdad es que llegamos cansados a la ciudad (a las 6am), tras haber dormido en el tren. Además nos costó más de lo habitual encontrar alojamiento, dentro de nuestros estándares, en una mañana super húmeda y gris. Y ya tan cerca del final, empezamos a perder algo de fuelle en esta aventura: nuestro nivel de energía ha empezado a bajar, nos pasa siempre…
Probablemente nos hubiera convenido ir directamente a Mumbai sin hacer esta escala en Goa, pero estas cosas suelen verse claramente con la perspectiva del tiempo pasado.
Menos mal que terminamos el día, cenando un delicioso pescado con arroz, con una llovizna de fuegos artificiales como telón de fondo.