Cuando llegas a Colombia, como en todos los países, muchas cosas son distintas del tuyo.
El lenguaje es la primera y más evidente. ¡Pero si hablan español! Que sí, que hablan español, pero con muchos matices.
Por ejemplo, no hay bares. Bueno, haberlos hailos, pero tienen nombres como: refresquería, estadero ó charladero.
En las puertas de los establecimientos suele poner ¨Jale¨, que como imaginareis, no te está animando a que comas sin decoro, sino que tires para abrir la puerta.
¨¡A la orden!¨ será lo que oigas cada vez que te acerques a cualquier dependiente. Ni te cuento cuando paseas por un mercado. De puesto en puesto, te van saludando... te sientes como un general.
Si entras en un local y te pides un tinto, no será zumo de uva fermentada lo que te sirvan, sino un café solo, muy aguado y ya que estamos, bastante malo en el 99% de los casos. Manda huevos... café malo... en Colombia. El bueno se exporta.
Tras servirte el tinto y como somos turistas educados agradeceremos el servicio, a lo que siempre contestarán con un ¨con mucho gusto¨. Es la fómula colombiana y un tanto melosa del ¨de nada¨ ó ¨encantado¨.
Claro que en Colombia las cosas en las tiendas no se piden, se regalan. En decir, a la dependienta le dirías: ¨¿me regalaría un tinto?¨. A lo que ella respondería ¨con mucho gusto¨. Y luego pagas, que son amables pero no gilipollas. Lo de regalar solo es una fórmula para pedir las cosas.
Los pelaos, no son tiñosos, ni miembros de los skin heads. Un pelao no es otra cosa que un niño.
Una mula, no es un mamífero de cuatro patas cuyo principal rasgo de personalidad es la tozudez (bueno, también). Una mula o rara vez tractomula, son los enormes camiones tipo americano que circulan a velocidad absurdamente lenta saturando cualquier vía.
Una llantería no es un negocio de alquiler de plañideras. Una llantería es el lugar donde vas si se te pincha una rueda de tu mula.
El ¨agua mala¨ no es el agua que no has de beber y debes dejar correr. El ¨agua mala¨ son medusas, que en caso de picarte, te causarán ¨rasquiña¨ que creo que no hace falta que explique.
El ¨careteo¨ no está relacionado con los bailes de máscaras, sino con el snorkeling ó buceo con tubo.
En Colombia, una vacuna, además de ser ese preparado de antígenos que nos protege de las enfermedades, es el soborno que debes pagar a quien corresponda para ¨que no te pase nada¨.
Una mamona, no es lo que piensas, sino ternera jóven, mientras que los mamones no son, como estarás pensando toros jóvenes, sino unas pequeñas frutas que deben su nombre a la forma en que se comen.
Después de todas estas explicaciones, ya estás en disposición de entender lo siguiente:
Había estado careteando y me picó un agua mala. Salí corriendo y le pregunté a un pelao, donde quedaba la refresquería más cercana. A las puertas, había varias mulas, no sé si porque se comía bien o por la llantería cercana. Jalé la puerta y entré buscando algo frío que aplicarme a la rasquiña.
- ¡A la orden!
- Mami, ¿me regalaría su cerveza más helada?
- ¡Con mucho gusto!
- Ya de paso, regáleme también algo de ese asado de lechona que tan buena pinta tiene.
- ¡Con mucho gusto!
- Y para terminar mami, regáleme un tinto y cóbreme.
- ¡Con mucho gusto! son 7000 pesos.
Y hasta aquí la clase de colombiano. Si visitas alguna vez Colombia espero que te sea útil, aunque seguramente te pasará como a mi, tras un mes por aquí, sigo sin poder evitar que me de la risa cada vez que digo "Mami ¿me regalaría...?"
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