Madrid. Suena el despertador a las 7:15... como siempre, remoloneo... como siempre, y al final me levanto a las 8:45... como siempre. No he preparado el equipaje aun, pero me tomo mi tiempo para desayunar. El móvil dice que en la calle hace 5ºC.¡Brrr! Joder con el otoño.
Salgo de Madrid tarde, como siempre. A los que me conocéis no os sorprenderá. Os contaré un secreto. Para llegar tarde, el truco está en salir tarde. No falla.
Esta vez es deliberado, pienso que cuanto más avanzada está la mañana, menos frío hará. Acierto solo a medias.
Cuando salgo del garaje, aun hace frío. Me recibe lo que he venido en denominar un sol tipo LED. Osea alumbra, pero no calienta. Debería abrigarme más, pero solo estoy a 100mts de casa... decido seguir. Tiempo tendré para arrepentirme.
Mientras desayunaba, pensé que sería una buena idea pasar por el valle del Tietar, la comarca de la Vera y llegar a Plasencia. Cuando estoy a 200mts del desvio a Navalcarnero y el GPS me indica que salga por la siguiente salida, cambio de idea. El objetivo es el sur de Portugal y hoy estoy fresco, así que tengo que empezar a bajar tan al sur como pueda. Eso significa chupar autopista... aburrido, pero eficaz.
A 120 por la autopista (si, mi moto los alcanza), voy helado. No deja de joderme durante todo el camino la idea de que al fondo del petate tengo un forro polar, pero sobretodo unos pantalones de cordura de los que abrigan. Con ellos puestos no llevaría las pelotas como aceitunas. Recordatorio: no ser tan cabezón, más vale perder 15mins, que tiritar durante horas.
A la hora de comer, paro por azar cerca de Calzada de Oropesa. El dueño que debe ser un flipado de las motos, dentro del salón, tiene montado un museo de motos de competición. La leche. Mientras me aprieto unas migas extremeñas y mirando las motos, decido que dormiré en Trujillo.
Trujillo, "Muy Nobel, Muy Leal", pero además "Insigne y Muy Heroica" desde 1997. Cuna de grandes conquistadores: Francisco de Pizarro, Diego García de Predes o Francisco de Orellana, nacieron allí. Entre ellos y los que iban con ellos, trajeron riquezas "indianas" para construir destacadas casas, imponentes palacios, además de capillas y hospitales. Su castillo ya estaba allí en el siglo XII. Conocida como Turgalium en la época romana, existía ya desde la prehistoria.
Sea como sea, es una ciudad imponente. Paseo por sus calles. Me acoge para dormir y yo me dejo acoger.
0 comentarios:
Publicar un comentario