Beijing te atrapa.


Beijing te atrapa. Y no es una forma de hablar, es que no hay manera de salir de aquí.

Queremos ir a Píngyáo. Pequeño pueblito chino (450.000 hab.), mas alejado de los grandes circuitos turísticos y sin embargo patrimonio de la humanidad. Tiene la ciudad amurallada más antigua del país y la guía Lonely Planet reza "se trata de la china con la que todo visitante sueña: farolillos rojos en las callejas, con la silueta nocturna de las imponentes murallas de fondo, elegantes patios, y viejas torres, templos y edificios". Parece difícil pasar de largo ¿no? Pues no, lo difícil es llegar.

Tras un fallido intento de reservar billete desde el hotel en un tren nocturno y otro infructuoso intento de 3 horas caminando tratando de encontrar una oficina de venta de billetes, vemos que la única posibilidad va a ser saltar a otra ciudad intermedia. Parece que Tàiyuán es la mejor opción y hay muchos trenes. Desde allí hay algo más de 100km. y muchos trenes que nos pueden llevar a Píngyáo.

Vale, tenemos un plan.

A la mañana siguiente nos levantamos a las 6:30am. y nos dirigimos con nuestro equipaje camino de una de las 5 estaciones de trenes, la del Oeste, la correcta. Es del tamaño de dos estaciones de Atocha y hay hordas de chinos, la sala de tickets está perfectamente ordenada a la china (osea un kaos de gente). Paneles solo en chino y 35 ventanillas de venta de billetes con largas colas. Por cierto tienen un curioso el sistema anticolones usando un aparatoso torniquete unidireccional. Finalmente descubro que la 16 atiende en ingles. Veinte minutos después recibo un "sorry no trains for Tàiyuán today"
¡Mierda!

Plan B. Hay una estación de autobuses a 3kms al Suroreste. Tras subirnos a un taxi, intentar timarnos, discutir con el taxista y bajarnos sin que arranque (un pelas es un pelas en Beijing y en Madrid). Buscamos otro menos pirata que nos acerca a la estación de autobuses. Diferente dimensión, mismo caos.

Tras 20mins. de cola, "sorry no buses for Tàiyuán today" ¡Joder! Tirados en Beijing a tomar por culo del centro, con las mochilas a cuesta, sin opción de salida hoy y sin alojamiento.

Plan C. Volvemos en taxi a la estación de tren, pillamos un tren para el día siguiente y volvemos al centro a alojarnos (no hay alojamientos para guiris por allí).

Ya en la ventanilla, el funcionario me enseña el listado de trenes en un papel, muchas letras chinas y números pero con la hora de salida clara. Elijo la hora que me parece más adecuada.

Con las prisas he elegido un tren de alta velocidad y nos cuesta una pasta para el estándar chino 194CNY (unos 23€ por cabeza). Quien pillara este precio en el AVE.

La hora y media de vuelta al centro a buscar alojamiento, empieza a llover... terrible y por la mañana arriba a las 6:30am. otra vez para llegar a tiempo al tren.

Ahora escribo esto desde un moderno tren a 308Km/h. camino de Tàiyuan. Ni todos los chinos puestos en fila podrán evitar que lleguemos a nuestro destino.

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