El futuro ha llegado a China


Beijing es moderno, pero moderno que te cagas. Aquí la china ancestral se ha ido a hacer puñetas.
Rodeados en ocasiones de enormes rascacielos el skyline es o mejor dicho debe de ser impresionante, porque la densa neblina de polución no deja ver más allá de unos 500mts.
La moderna red de metro, eficiente y en constante expansión. Para hacerse una idea de la velocidad a la que crece, en el plano de metro de la lonely planet del 2011 solo hay 8 de las 16 lineas que operan en la actualidad. Antes de las olimpiadas del 2008, solo había 5 líneas.
El transporte tradicional, la bici, ha sido sustituido en su mayoría por pequeñas motos eléctricas que se deslizan sin ruido por la ciudad. Me tienen loco, realmente es un sistema eficiente, ecológico y sobretodo ¡silencioso! Están por todos lados y solo se oye un leve zumbido al pasar a tu lado... ni siquiera las oyes venir. No se que autonomía tienen, pero aun no he visto a nadie "repostando"... ya me enteraré. Los omnipresentes carriles bicis tienen el ancho de un carril de coche generoso y separados por mediana del tráfico. Aquí nos ganan...
La gente viste... en fin raro. Quieren parecer occidentales, pero es evidente que tiene el estilo... er... extraviado. Digamos que les falta un poco de gusto al combinar... se nota el deje hortera oriental, pero desde luego hacen todo lo posible por ser "modernos", sobre todo la gente joven. Otra historia son las generaciones del 60 para atrás... donde se nota la austeridad comunista.
En cuanto a la tecnología... más de la mitad (no es una forma de hablar) de la gente en el metro va chateando, leyendo libros, conectada a internet o viendo vídeos en sus modernísimos smartphones (iphones, samsung, etc). Parece que en su caso cuanto más grande sea la pantalla mejor y es que hace falta un pantallote para leer un libro en ideogramas chinos.
El único resto "vivo" de la antigua Beijing son los "hutong". Estrechos callejones que forman el casco antiguo de Beijing y que fueron construidos durante las dinastías Yuan, Quing y Ming. Desgraciadamente debido a las olimpiadas el gobierno decidió derribar gran parte de estos antiguos barrios para construir modernas viviendas (la especulación urbanística no la inventaron los españoles). Hemos tenido la suerte y buen tino de alojarnos en uno de los que se salvaron. Tienen un encanto feudal a lo chino. Recomendable.

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