La gran muralla.


Uno no puede ir a China y no visitar la Gran Muralla. Tiene (o tuvo) una longitud de 10,000 li (8.851,8km.) y tiene su cosa esta medida porque en China, 10.000 li representan el "infinito". Se construyo a través de siglos y el que "puso la primera piedra" fue Qin Shi Huang, fundador de la dinastia Qin y unificador de China que hartito de las invasiones que llegaban de Mongolia, encargo a su General favorito, Meng Tian, que además de darles lo suyo a los Mongoles hiciera un muro para que no volvieran a molestar. Y así se construyeron los primeros 5760Kms de muro... ahí es nada. Después llegaron las dinastías Han y Ming al terminar el muro. Esto fue una obra y no lo del Opus.

Por cierto y para desmontar leyendas urbanas. La Gran Muralla no se ve desde la luna ni siquiera desde una nave en órbita. La Gran muralla es del ancho de una carretera comarcal y del mismo color que el terreno que lo rodea, así que difícilmente. Lo que si se ve desde el transbordador espacial en órbita y lo escuche en persona en una charla de boca del mismísimo Pedro Duque (Astronauta'pañol), son los plásticos de Almería. Reflejan el sol como un espejo... nosotros si que sabemos hacernos ver.

En la actualidad la muralla es una sombra de lo que fue. Aunque algunas zonas (Beijing y otras zonas turísticas) han sido conservadas en incluso restauradas para su visita, en muchos lugares de la muralla está en mal estado. Igual que muchos castillos en España, ha sido usada como cantera para construcciones posteriores y en muchos casos es víctima del vandalismo o los grafiteros.

En cualquier caso de las zonas visitables, Badaling es la más famosa por su cercanía a Beijing y por lo tanto la más visitada por las hordas de chinos (los occidentales no sumamos ni decimales en la estadística). Huyendo de una experiencia borreguil contratamos la excursión al lejano Jinshangling que tiene algunas ventajas. La primera es que esta a tomarporcul... por lo que es mucho menos visitada. La segunda es que en esa zona la mitad de la muralla está restaurada y lo otra mitad no y sin embargo puedes caminar por ella dado el excelente estado de conservación. Por último pero no menos importante, como pagas más no te llevan de camino a tiendas a que compres jade.

Nos recogieron en el Hostal a las 6:20am. ya desayunados y tras 5h. de bus (de los cuales 2 fueron atasco de salida de fin de semana), llegamos a destino. ¡uf! Afortunadamente las previsiones son ciertas y hay muy poca gente.

Lo primero que notas es que los chinos no se lo pusieron fácil a los mongoles. Si estos querían saltar el muro primero tendrían que subir la montaña que solo por no subir se quitan las ganas de invadir. Pero en vez de hacer el mongol los chinos han puesto un teleférico. Así que como, aunque nos apetecía subir andando, como teníamos solo tres horas de exploración nos montamos en el carrito para ganar tiempo.

Lo segundo que descubres es que la muralla sigue la cuerda de las montañas y claro algunos desniveles son de 45º por lo que la visita no es un paseito sino continuas y duras ascensiones, descensos vertiginosos y escaleras de peldaños sin fin.

Lo tercero de lo que te das cuenta es que de que todo lo dicho y pasado anteriormente no importa un carajo cuando te sobrecogen la descomunal magnitud de esta locura colosal, el impresionante entorno natural y el silencio. 

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