Costó llegar a Pingyao, pero tanto costo como mereció la pena ir. Es justo lo que promete "la china con la que todo visitante sueña: farolillos rojos en las callejas, con la silueta nocturna de las imponentes murallas de fondo, elegantes patios, y viejas torres, templos y edificios". Además y a pesar de que había más turistas de los esperados, se nota en los bajos precios de todo que aun no ha despegado del todo turísticamente.
Lo primero nada más llegar al hostel donde nos alojábamos fue alucinar. Está enclavado en una casa tradicional china de 4 patios y nuestra habitación una de las estancias de la casa.
Espectacular.
Nos alquilamos unas bicis y nos fuimos a recorrer esta preciosa ciudad que para más gozo es peatonal (eso incluye bicis) en el centro. Lo primero fue encaramarnos a la muralla para tener una panorámica de sus tejados rematados con tejas redondas.
Una vez allí y paseando por el muro escuchamos:
- El Bárcenas dice que Rajoy destruyo pruebas delante de él, pero que tiene un pendrive con todo. Lo que oyes, menuda se esta montando y Rajoy que ha dicho que no dimite... bla bla bla.
Joder... no es que no me guste encontrarme compatriotas por el mundo, pero la verdad es que me fastidia cuando viajo por un país de habla no hispana y oigo hablar español. Y más si de lo único que hablan es del terruño. No lo puedo evitar.
Supongo que se debe a que los chinos hablan codificados y los guiris en ingles así que cuando queremos comunicarnos, lo hacemos con los guiris en ingles y con los chinos... bueno con los chinos como se pueda, pero el español es un canal seguro entre nosotros. Pero cuando aparece un grupo de andaluces (nada contra los andaluces, es que eran de allí) hablando del "Puto Amo" (aka Bárcenas) pues es que nos pisan el canal y eso me toca las narices.
Supongo que no siempre soy un animal social.
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